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EL MES DE ENERO MARCARÁ UN RÉCORD DE ENTREGAS.
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En 2018, entrarán en servicio nuevos buques con capacidad para 1,5 millones de TEUs, lo que supone un aumento del 5%, pues solamente se enviarán al desguace embarcaciones con capacidad para 350.000 TEUs.
En la medida en que los contratos lo permiten, las navieras están empezando a posponer las entregas de los ‘Ultra Large Container Vessels‘, ULCVs, también conocidos como megabuques, con el fin de solucionar el exceso de capacidad que sufre la industria y adaptarse a una demanda más moderada.
Así, Cosco ha aplazado la entrega de 10 de los 28 ULCVs que debía recibir en 2017 hasta 2018, mientras que Yang Ming ha retrasado la de tres portacontenedores con capacidad para 14.000 TEUs hasta 2019.
A pesar de ello, la consultora Alphaliner calcula que a lo largo de 2018, entrarán en servicio nuevos buques con capacidad para 1,5 millones de TEUs, lo que supone un aumento del 5%, teniendo en cuenta que solamente se enviarán al desguace embarcaciones con capacidad para 350.000 TEUs, frente a los 422.000 de 2017 y los 665.000 de 2016.
Antes de que acabe junio entrarán en servicio portacontenedores con capacidad para 1,2 millones de TEUs. De hecho, el mes de enero marcará un récord de entregas, con siete nuevas embarcaciones de entre 19.000 y 21.000 TEUs que se unirán a la flota global, añadiendo 250.000 TEUs de capacidad extra.
Esto incluye el portacontenedor de 21.413 TEUs que incorporará OOCL Indonesia, el Antoine de Saint Exupery de CMA-CGM, con 20.776 TEUs y el MOL Treasure, con 20.182 TEUs. Además, se entregará el Cosco Shipping Taurus, con capacidad para 20.119 TEUs, mientras que Maersk recibirá el Maersk Marsella y el Maersk Manchester, que pueden transportar hasta 20.568 TEUs.
Mantener la tasa de crecimiento
de la demanda
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Todos ellos operarán en rutas entre Asia y Europa, por lo que el reto para las navieras será introducirlos en sus respectivas líneas sin que aumente en exceso la capacidad, lo que tendría consecuencias negativas en las tasas de carga.
Los otros buques que se entregarán antes de mediados de año, con capacidad para 790.000 TEUs obligarán a las embarcaciones más pequeñas a operar en rutas secundarias. El mercado pasará su primera prueba de fuego en marzo, uno de los meses de temporada baja, tras el año nuevo chino y antes del pico de demanda veraniego.
Los operadores tendrán que dejar fuera de servicio el mayor tonelaje posible
En total, se incorporarán a las flotas de los operadores unos 40 megabuques, en los que las navieras han invertido 144.000 millones de dólares (119.500 millones de euros) y de los cuales el 73% procede de navieras asiáticas y europeas.
El calendario de entregas presentará problemas para los operadores, que tendrán que cancelar algunas escalas para ajustarse a la débil demanda y dejar fuera de servicio el mayor tonelaje posible. La industria debe intentar mantener la tasa de crecimiento de la demanda de los primeros nueve meses de 2017, que llegó al 5,2%, para poder obtener rentabilidad.
De lo contrario, podrían verse abocados a cobrar precios más bajos por el transporte de la mercancía, lo que dejaría en una complicada situación al sector, tras años de pérdidas acumuladas.
Fuente : Cadena y Suministro
EL MES DE ENERO MARCARÁ UN RÉCORD DE ENTREGAS.
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En 2018, entrarán en servicio nuevos buques con capacidad para 1,5 millones de TEUs, lo que supone un aumento del 5%, pues solamente se enviarán al desguace embarcaciones con capacidad para 350.000 TEUs.
En la medida en que los contratos lo permiten, las navieras están empezando a posponer las entregas de los ‘Ultra Large Container Vessels‘, ULCVs, también conocidos como megabuques, con el fin de solucionar el exceso de capacidad que sufre la industria y adaptarse a una demanda más moderada.
Así, Cosco ha aplazado la entrega de 10 de los 28 ULCVs que debía recibir en 2017 hasta 2018, mientras que Yang Ming ha retrasado la de tres portacontenedores con capacidad para 14.000 TEUs hasta 2019.
A pesar de ello, la consultora Alphaliner calcula que a lo largo de 2018, entrarán en servicio nuevos buques con capacidad para 1,5 millones de TEUs, lo que supone un aumento del 5%, teniendo en cuenta que solamente se enviarán al desguace embarcaciones con capacidad para 350.000 TEUs, frente a los 422.000 de 2017 y los 665.000 de 2016.
Antes de que acabe junio entrarán en servicio portacontenedores con capacidad para 1,2 millones de TEUs. De hecho, el mes de enero marcará un récord de entregas, con siete nuevas embarcaciones de entre 19.000 y 21.000 TEUs que se unirán a la flota global, añadiendo 250.000 TEUs de capacidad extra.
Esto incluye el portacontenedor de 21.413 TEUs que incorporará OOCL Indonesia, el Antoine de Saint Exupery de CMA-CGM, con 20.776 TEUs y el MOL Treasure, con 20.182 TEUs. Además, se entregará el Cosco Shipping Taurus, con capacidad para 20.119 TEUs, mientras que Maersk recibirá el Maersk Marsella y el Maersk Manchester, que pueden transportar hasta 20.568 TEUs.
Mantener la tasa de crecimiento
de la demanda
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Todos ellos operarán en rutas entre Asia y Europa, por lo que el reto para las navieras será introducirlos en sus respectivas líneas sin que aumente en exceso la capacidad, lo que tendría consecuencias negativas en las tasas de carga.
Los otros buques que se entregarán antes de mediados de año, con capacidad para 790.000 TEUs obligarán a las embarcaciones más pequeñas a operar en rutas secundarias. El mercado pasará su primera prueba de fuego en marzo, uno de los meses de temporada baja, tras el año nuevo chino y antes del pico de demanda veraniego.
Los operadores tendrán que dejar fuera de servicio el mayor tonelaje posible
En total, se incorporarán a las flotas de los operadores unos 40 megabuques, en los que las navieras han invertido 144.000 millones de dólares (119.500 millones de euros) y de los cuales el 73% procede de navieras asiáticas y europeas.
El calendario de entregas presentará problemas para los operadores, que tendrán que cancelar algunas escalas para ajustarse a la débil demanda y dejar fuera de servicio el mayor tonelaje posible. La industria debe intentar mantener la tasa de crecimiento de la demanda de los primeros nueve meses de 2017, que llegó al 5,2%, para poder obtener rentabilidad.
De lo contrario, podrían verse abocados a cobrar precios más bajos por el transporte de la mercancía, lo que dejaría en una complicada situación al sector, tras años de pérdidas acumuladas.
Fuente : Cadena y Suministro
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